BIENVENIDO INSOMNIO.
No he podido cerrar los ojos, los pensamientos inundaban todo, el sueño estaba ausente, el dolor, la opresión en el pecho, el nudo en la garganta, las lágrimas que querían caer. Estas presencias no faltaban, siempre atentas, siempre dispuestas, siempre amenazantes.