No tiene caso que los ojos de ella se encuentren con los de él. Sus manos buscarán las de ella pero se perderán en el vacío. Los recuerdos de ambos se desvanecerán.
Había líneas trazadas en su cuerpo, solía interpretar cada una de ellas. Era así, como mis escritos hablaban más que yo, como sus sentimientos se impregnaban en mi ser. Ahora, ya no hay líneas, ya no hay sentimientos. Ya no está y mi inspiración se fue con él. Queda el desgano, queda el dolor, queda el resentimiento. De eso les hablo, de eso les hablaré. Solo tomará un momento volver.